Naranjas Luna tiene como premisa cuidar y controlar al máximo las zonas geográficas donde escogerán las naranjas que luego servirán a sus clientes y ello implica analizar tanto la composición de la tierra de los campos, su agua y métodos de riego, la climatología de la zona, el cuidado del cultivo y también, la experiencia del agricultor. Ya que sólo exigiendo unos niveles excepcionales en estos factores se consigue obtener unas naranjas de calidad exquisita.