
La maduración de las naranjas está considerada la tercera fase de su ciclo biológico, previa a la senescencia o a la fase de envejecimiento de la naranja.
Es en esta fase cuando la naranja crece y termina su desarrollo y también cuando tienen lugar los mayores cambios en el fruto.
En la siguiente infografía podemos observar por un lado las características propias de la maduración de las naranjas: se modifica su color, aumenta la concentración de azúcares reduciéndose su acidez, aumenta de peso y se modifica su textura, a la vez que se desarrolla su aroma y sabor, podemos decir que la naranja “pasa a ser comestible”.
Para comprobar el desarrollo de la naranja podemos observar su peso y su volumen. Es fundamental tener en cuenta lo que venimos diciendo en posts anteriores, la importancia de la recolección de la naranja en su punto óptimo de maduración, se trata de buscar el equilibrio, por ello Naranjas Luna realiza diferentes recolecciones durante una misma campaña.
Se estima que en la fase de maduración de la naranja ésta aumenta su peso hasta un 1% diario pero no hay que olvidar que a mayor tiempo en recolectar se reduce lo que se llama “vida de almacenamiento” de la naranja, por tanto, hay que buscar el momento más adecuado para la recolección.
Además, cuando la naranja está madura es más susceptible de sufrir el ataque de microorganismos (al tener una textura más blanda) a la vez que es también más susceptible de sufrir magulladuras (y esto afectaría a su apariencia visual o externa, repercutiendo en la decisión de compra del consumidor y en la clasificación de “naranja de calidad”).
Por otra parte, podemos comprobar que existen diferentes medidas para determinar la madurez de un fruto:
– tener en cuenta los días de floración del árbol. Se considera que cada fruto tiene un número de días estimado desde la caída de los pétalos hasta su maduración, que aunque suele ser más o menos constante puede variar según el clima, la altura,… pero que nos puede servir de “guía”.
– además, cada fruta requiere un determinado número de grados ºC/ días para madurar (cuando dicho fruto acumula todas las horas de calor necesarios estará listo para consumir o se podrá considerar “maduro”)
– el color de la pulpa o de la piel del fruto también es un signo utilizado para conocer la maduración del fruto.
– la facilidad de desprendimiento que tiene el fruto de su árbol determina si está maduro o no (“a mayor resistencia menor madurez”)
– el tamaño y peso del fruto es también determinante de su estado de maduración (“a mayor tamaño y mayor peso, mayor madurez del fruto”)
– otro aspecto que nos indica la maduración o no de la fruta es su dureza (“a mayor dureza menor maduración”).
Por último, además la recolección de las naranjas en su estado óptimo de maduración es conveniente para su adecuada conservación su embalaje posterior a la recolección. En el caso de Naranjas Luna sus embalajes permiten la rápida circulación del aire entre las naranjas, y un fácil almacenamiento sin aplastar, además de resaltar que se trata de un embalaje ecológico.